lunes, 26 de diciembre de 2011

EL ROL DOCENTE EN EL MODELO 1 A 1

La netbook escolar trajo más que una herramienta al ámbito educativo, vino cargado de grandes desafíos y su presencia trastocar los roles, los espacios, hasta las mismas concepciones acerca de lo que creíamos que era enseñar y aprender. Las certezas en las que se apoyaron muchas generaciones de docentes hoy se imprimen de un “tal vez” que exige re pensar, re construir y re definir la función dentro de un complejo sistema de entramados ámbitos que se entrecruzan (administrativo, pedagógico, institucional, etc.) Este proceso además del preciso tiempo que demanda no es suficiente, hace falta empeño, dedicación, capacitación continua, retroalimentación con los alumnos, indagar experiencias, animarse a realizar nuevas propuestas con nuestros alumnos, desafiar sus habilidades, incitarlos a la creatividad, etc.
¿Como no morir en el intento?... en principio el reto es mucho más potente teniendo en cuenta que los docentes de hoy fueron formados para una escuela que ya no existe o al menos que no debiera existir, dado a las condiciones sociales, el contexto y el perfil de alumnos que la sociedad necesita son radicalmente diferentes. Pensemos que la mayoría de los docentes que están ejerciendo fueron formados en un contexto en el que el acceso a la información y a la comunicación era notoriamente limitado en comparación a la inmensidad de información que hoy ostenta de manera hasta pornográfica internet, por nombrarlo como un ícono del acceso, pero sin olvidar los otros medios masivos que cada vez más llegada tienen a la comunidad. Dentro de ese contexto, la formación docente tuvo sentido y su rol de expositor y difusor de la información era útil y deseable, reforzado por el lugar de la escuela como uno de los centros, en muchos lugares hasta monopólicos de la información. Hoy estos roles pierden sentido, nuestros alumnos reciben mucha más información afuera que adentro de la escuela, ¡entonces cual es el rol del docente?... nada más n i nada menos guiar, colaborar en la construcción del conocimiento a partir de toda esa información que el alumnos recibe de “afuera”; ayudarlo a crear criterios propios de análisis, selección y jerarquización de la información (para ello deberemos darles herramientas para que decodifiquen los intereses de las fuentes, las condiciones de producción de la información, etc); su rol es el mismo que cumple una muleta en alguien que aún no puede caminar solo, la muleta ayuda temporariamente y gradualmente la irá dejándola paulatinamente a medida que vaya adquiriendo seguridad y autonomía. Esta es la idea, este el fin. Para graficar mejor algunos de los cualidades comunicativas y pedagógicas del docente dentro del modelo 1 a1 los invito a ver y analizar detenidamente este video.




El maestro “hace magia”, lo cual despierta la curiosidad y la motivación en el aprendiz, de primeras el aprendiz quiere hacerlo como él pero el maestro le explica que debe empezar de 0, le muestra, lo anima y lo dejar que experimente, que se equivoque, que se supere aunque no desaparece ni lo deja solo, esta en la sombra observado…luego el aprendiz puede ver sus logros su evolución y con ayuda del maestro pueden seguir al paso siguiente. Queda claramente plasmado en el corto el rol del maestro, guía, anima, motiva, muestra pero desde la sombra, no como protagonista sino como actor sencundario; el protagonista es el aprendiz quien es autónomo, es quien realiza la tarea aprendiendo del error y quien impone su propio ritmo de aprendizaje.
Podríamos ir un poco más allá y hacer una analogía entre la arcilla con los contenidos y la importancia del rol del maestro, quien enseña al aprendiz a amasar esos contenidos para construir conocimiento (vasijas)




¿Cómo se comenzar?

Primero que nada revisar nuestras actitudes frente al cambio, las actitudes de los alumnos frente al cambio pero también frente a la metodología de aprendizaje que les proponemos.
Estas son algunas pocas y breves sugerencias…

• Uno de los puntos más fuertes del Modelo 1 a 1 es el aprendizaje por proyecto, sus ventajas son más elocuentes si esta bien planificado, el alumno aprender a Hacer, esto implica poner en el énfasis en las habilidades y no en el contenido, el contenido está presente pero es casi invisible el alumno muchas veces no toma conciencia que le estamos dando teoría, si el proyecto está bien pensado y presentado los chicos se fascinan y buscan como hacerlo mejor, en eso leen, interpretan discuten, argumentan, justifican, deciden, y hasta a veces se olvidan que están en la escuela. Dentro de esta metodología la evaluación es obvia. Esto implica planificar por competencia y no por contenido.
• Olvidarnos del rol de “yo los sé todo”… hay un dicho que dice “no hace falta saberlo todo pero si tener el número del que sabe”, es decir saber donde encontrar la información, es mucho más útil para el alumnos cuando nos pregunta algo guiarlo donde pueden encontrar la respuesta que decírsela. En el proceso gana autonomía, habilidades para investigar y criterio para seleccionar lo importante de los que no lo es.
• Estimular el aprendizaje horizontal y colaborativo, crear situaciones, abrir espacios de intercambios para que retroalimenten sus aprendizajes lo comparta con sus pares y puedan recibir la perspectivas de sus compañeros. En esta horizontalidad también esta implicado el docente, es decir permitirse aprender de los alumnos. Esta dinámica colaborativa forma parte del lenguaje de la web 2.0 por lo tanto no es una actitud desconocida para nuestros adolescentes, lo que se deberemos hacer es ayudarlos a aplicarla en el ámbito escolar.

miércoles, 20 de julio de 2011

jueves, 2 de diciembre de 2010

miércoles, 24 de febrero de 2010

Analizar materiales digitales: una tarea para los docentes

Lejos de las categorizaciones de nativos e inmigrantes digitales, el interior del país revela un sin numero de grises producto de las desigualdades y de la lentitud con la que la accesibilidad se hace visible en las escuelas. Consecuencia de ello adolescentes que recién pueden manejar una computadora en la escuela polimodal, docentes que cuentan con Internet en sus casas pero que no saben como incorporarla a sus prácticas pedagógicas, escuelas con nula conectividad, escasos ciber en la que la mayoría de los jóvenes asiste para lanzarse a los juegos en red.
Dentro de este contexto los recursos didácticos a los que acceden las escuelas son en formato CD o DVD, generalmente enviados por el Ministerio de Educación de la Nación, a los que los docentes suelen acceder luego de un proceso burocrático institucional. Calro está que quedan fuera los recursos distribuidos a través de Internet, limitando así no tan solo la accesibilidad de la información y de nuevos lenguajes a estos sectores sino también la posibilidad que los chicos se acerquen a la lógica de la web. A esto se le suma que dada la diversidad de realidades de nuestro país muchos de estos recursos no se adaptan o son difícilmente aplicable a las necesidades vivenciadas en el interior de las provincias.
Estas limitantes exigen analizar los recursos didácticos que se pretendan teniendo en cuenta el contexto a partir de una transposición pedagógica acorde a las características y necesidades de los alumnos. Además implica no perder de vista que el análisis y la evaluación de recurso no debe centrarse solo en las “característica de los materiales”(1) dejando de lado la “situación de enseñanza- aprendizaje” en el que se utilizará, aspecto por demás relevante dado a que sin la dimensión social, que es la brindará el valor de la eficacia del recurso dentro de un contexto determinado, el análisis de la características se relativizan. (Gutiérrez Martín). Umberto Eco (2) agrega que un texto necesita de una interpretación para que se complete activamente las hipótesis interpretativas que ofrece, por lo deberá haber una cooperación entre el “autor modelo” y un “lector modelo”.
Buckingham (3) da cuenta de diversos estudios realizados acerca de uso de los juegos en la escuela revelan los obstáculos más frecuentes, en los que se encuentran a los que se refieren a aspecto logísticos como el tiempo que demanda la preparación de una clase como también en la clase misma, a los que se les agrega la falta de capacitación docente, de lo que deviene la incapacidad de identificar los recursos multimediales adecuados de buena calidad, como también la compatibilidad de los mismos con los sistemas de hardware con que el equipamiento de las escuelas cuentan.
A pesar de ello hay docentes que luego de sortear estos inconvenientes reconocen su potencial que se sustentan en por lo menos tres supuestos o ventajas: 1) el uso de los sentidos para mejorar el aprendizaje, 2) el valor motivacional y 3) su integración en el curriculum como contenido por ser parte de la producción cultural de cada momento histórico.(4)
A pesar de ello el uso se circunscribe a una modalidad en particular: como fuente de información para tratar ciertos contenidos curriculares, en detrimento de otras modalidades como la de objeto de estudio en sí o como portadores de cierta gramática o principio (5), las que apuntan a enriquecer una visión más critica y a elaborar criterios de análisis de la información que luego podrán usar en otras esferas de la vida.
Rescatar esas dos últimas modalidades de uso de los recursos implica estimular capacidades más que necesarias en un mundo contaminado de información que dejar perplejo y confundidos a nuestros alumnos en el que según Van Leeuwen (6) (1998) “abunda la homogenización genérica y la globalización, y la heterogeneidad discursiva y el localismo...”, lo que incluye no solo formatos sino también ideologías. No es fácil saber desentrañar ni mucho menos enseñar como hacerlo, sobretodo porque “se han quedado en el sustrato, solo han sumergido retazos y fragmento de ella...” (7).Esto demanda el desafío de enseñar a nuestros alumnos penetrar en la ideología que subyacen en los textos interactivos, entendiendo además que ellos trasmiten modelos textuales que sirven para otras interacciones sociales.
Como vemos el éxito de la incorporación de los recursos multimendiales a la escuela es atravesada por diversas dimensiones, como la gestión institucional, las políticas educativas, pero lo cierto es que el protagonismo del docente es por demás relevante dado que su tarea implica trabajar previamente con los recursos en su selección, dentro de los que dispone, su análisis de acuerdo a su contexto y características de los alumnos, determinar la modalidad de uso, la compatibilidad con el equipamiento que la escuela dispone, además de aprovechar su uso para desentrañar la ideología que subyacen en ellos con el fin de crear sujetos con capacidad crítica frente a mundo en el que la información es manipulada por intereses creados.




Bibliografía:

(1)Gutiérrez Martín: Evaluación de la Comunicación las aplicaciones multimedia educativa; Barcelona, 2003
(2) Extraído de la clase Análisis de Materiales Digitales. Tema Materiales Educativos, materiales didácticos. Sección 1. Diplomatura en educación y Nuevas Tecnologías. FLACSO VIRTUAL.
(3)Buckingham, D.¿Jugar para aprender? Nuevas reflexiones sobre el potencial educativo de los videojuegos. Capitulo 6 Bs. As. 2008
(4) Extraído de la clase Análisis de materiales Digitales. Tema: La nuevas textualidades en los materiales educativos. Sección 3. Diplomatura en Educación y Nuevas Tecnologías. FLACSO VIRTUAL.
(5) Extriado de la clase Análisis de materiales Digitales. Tema: Los recursos educativos en la enseñanza. Sección 4. Diplomatura en Educación y Nuevas tecnologías. FLACSO VIRTUAL
(6) Van Leeuwen, Teho: Heteroglosia programada: análisis crítico de un interfaz de ordenador. En: Martín Rojo, Luisa y Whittaker, Rachel (ed.) Poder-decir o el poder de los discursos. Ed. Arrecife. Madrid, 1998

martes, 8 de diciembre de 2009

Tercer Entorno: promesas y retos

Con la emergencia y el fuerte impacto de las Nuevas Tecnologías de la Información y de las Telecomunicaciones (NTIT) se abrió un nuevo espacio de educación caracterizado por ser representacional (es decir no presencial), distal, multicrónico, dependientes de redes electrónicas que permiten la interacción entre nodos dispersos por diversas partes del mundo, modificando sustancialmente los modos de comunicación interpersonal afectando estos en los procesos educativos. Espacio en el que su mayor exponente se la red Internet, al que Javier Echeverria ha denominado Tercer Entorno, y lo ha diferencia notablemente del Primer Entorno, representado por los espacios naturales, en lo que la educación se basaba en la tribu y la familia y del Segundo Entorno, representado por los espacios urbanos, en que surge el estado y sus instituciones, en la que escuela que cumple la función de preparar a los futuros ciudadanos para desarrollar un vida social dentro de un espacio urbano; esto implicaban enseñar a leer y escribir, contar, comportarse en grupo respetar las normas sociales, etc. Estos dos últimos espacios, basados en la vecindad, en la comunicación cara a cara y en la coincidencia temporal y espacial de los participantes de dicha comunicación.
La propuesta del Tercer Entorno rompe estructuras de aprendizajes, proponiendo dinamizar a través de las NTIT una educación donde poner en juego otras capacidades y destrezas en los alumnos, donde no solo se transforma el acceso a la información y a la comunicación, “sino que también aporta nuevos métodos de memorización, de diversión de acción y de expresión”, supone una ampliación de la realidad que implica acrecentar competencias para actuar y potenciar las posibilidades de inserción y comunicación dentro de ella. No es que la escuela tradicional vaya a desaparecer, sino más bien “que a los centros escolares se les superpondrán redes educativas telemáticas (RETs) a través de las cuales se desarrollarán procesos educativos del tercer entorno, complementarios a los del primero y del segundo”. Una verdadera integración donde no se infrausen las potencialidades de las NTIT reduciéndolas a simples herramientas para mejorar en el segundo y primer entorno.
Las pretensiones acerca de uso del tercer entorno en la educación van más allá, lo que podría traducirse en el denominado Blenden Learning, en los dichos de Lorenzo Garcia Aretio, un “modelo de enseñanza aprendizajes integrados” en donde lo que “se trata de integrar, armonizar complementar y conjugar los medios, recursos, tecnologías, metodologías, actividades, estrategias y técnicas…, más apropiados para satisfacer cada necesidad concreta de aprendizaje.”
Este modelo es el que paulatinamente se están incorporando las universidades de distintas parte del mundo, como alternativa frente a la crisis de un modelo de enseñanza basado en las clases magistrales, en la toma de apuntes y en el análisis del “manual” de cátedra. Por las que pasan diversos niveles de integración de las NTIT a la educación que va desde la mera búsqueda de información o facilitador de las gestiones administrativas, pasando por la publicación en Internet de bibliografía, programas de la asignatura en una web del profesor (nivel I); elaboración de material didácticos electrónicos y tutoriales para www, (nivel II); diseño y desarrollos de cursos on line combinado con actividades presenciales (Nivel III), hasta llegar a utilizar el ciberespacio como un nuevo entorno en el que se hacen presente la teleformación, la docencia on line, la educación digital… , en decir la que entendemos como Educación Virtual (Nivel IV).
Más allá de los niveles de integración, lo importante es tener en cuenta los retos que implica su integración para la innovación pedagógica; reto que significa desarrollar en los estudiantes nuevas competencias en la que prime la construcción de conocimiento como consecuencia de la elaboración de criterios claros de selección, jerarquización y análisis de la inmensa información que circula en la red y dentro del ámbito académico, en detrimento de la recepción pasiva de conocimiento sustentada por el viejo modelo instalado por década en la enseñanza universitaria. Además se vislumbras importantes perspectivas para cambios pedagógicos; se han experimentado a partir de la incorporación de Internet dentro del ámbito académico, consecuencias como por ejemplo se acortar la brecha de accesibilidad a los espacios físicos universitarios, rompiendo las barreras del tiempo y del espacio, consecuentemente los horarios son más flexibles y adaptables a las diversas situaciones de enseñanza, transformando sustantivamente los modos, formas y tiempo de interacción entre alumnos y profesores.
Aunque su consenso lleve tiempo, implican cambios no tan solo en la visión y formación docentes, sino también en las políticas educativas,

ECHEVERRIA, Javier: Educación y Tecnologías Telemáticas. Revista Iberoamericana de ARETIO GARCIA, Lorenzo: Blended Learning, ¿Enseñanza y aprendizaje integrados?
AREA MOREIRA, Manuel: QUÉ APORTA INTERNET AL CAMBIO PEDAGÓGICO EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR; Universidad de la La Laguna

viernes, 27 de noviembre de 2009

Blogger: Revolucionarios en Red

“Actúa siempre de forma que se creen nuevas posibilidades”
Heinz Foerster[1]



Las redes y el trabajo colaborativo es un tendencia que en los últimos años va tomando protagonismo en diferentes ámbitos de la actividad humana, con el aporte de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación se han ido afianzando como un modus operandu de sus usuarios. Cada vez se toma más conciencia del valor agregado que implica trabajar en redes a partir de la colaboración individual para generar “capital social” y “bienes públicos”, en los que cada uno hace su aporte y del que también puede sacar provecho. Claro está que no siempre el aporte y el consumo es equilibrado, hay un grupo dentro de estas redes que usufructúan de los bienes públicos sin aportar nada, son los denominados “francotiradores”, quienes alterar la estabilidad y ponen en riesgo la existencia permanente de ese bien público. [1]
Es una historia que se repite en la dinámica social, en diferentes espacios del accionar humano. Rehinngold en su libro “Multitudes inteligentes”[2], se pregunta: ¿la cooperación es una característica exclusiva de la relación entre personas?, y encuentra una primera respuesta en los dichos del anarquista y geógrafo Peter Kropotkin, quien afirmó que la cooperación se observa con frecuencia en el reino animal, “ los caballos y los ciervos se unen para protegerse de sus enemigos, al igual que las abejas y las hormigas colaboran en diversos sentidos”, observando que en diferentes niveles, desde la célula al ecosistema tienen en común la existencia de la simbiosis y la cooperación.
Si nos retrotraemos y pensamos en nuestros antepasados que “descendieron de los árboles” ante la exigencia de saciar sus necesidades más elementales, debían organizar caserías de animales de gran porte por lo que era imprescindible la acción cooperativa, la carne obtenida bastaba y sobraba para los participantes por lo que la compartían con el resto de la comunidad, sin que éstos hayan arriesgado sus vida en la captura del animal. Por ello afirma Matt Ridley[3] que “la caza mayor fue el primer bien público”.
Con la evolución humana y las reiteradas experiencias sociales han ido apareciendo conductas y mecanismos que han complejizado el fenómeno y han aportado mayor conflicto a la actividad cooperativa, tales como la reputación, la presión social, los límites, la “sombra del futuro” (permiten hacer favores a otro individuos que le devolverá en el futuro), la jerarquía, las amenazas externas, la limpieza social, etc. En este proceso de relaciones colaborativas nace las redes. “La sociedad siempre ha sido una red”[4], aunque en la actualidad se les suma dos nuevos elementos: Internet, con su abrumadora manifestación en la construcción de una nueva esfera de relaciones sociales; y la aparición de literatura sobre redes que han llevado a ser aplicadas a distintos ámbitos y campos de la actividad humana.
Con la evolución de las relaciones humanas dentro de una sociedad en el que el impacto de las tecnologías han generado nuevos ámbitos y recrean constantemente la interacción con los otros y los modos de comunicación, podemos mencionar como ejemplo de esto a la blogsfera, que más allá de las intenciones de sus creadores se ha convertido en verdaderos hitos del trabajo colaborativo en red.
Bajo la marca de redes distribuida caracterizada por Paul Baran como una red donde la unión de nodos se presenta de múltiples manera, lo que la convierte en muy resistente frente a los ataques, conformando una arquitectura que se sustenta en la plurarquía, donde la blogsfera se presenta como su mayor exponente.[5]
En la fascinación por convertirse en productores-emisores de sus propios puntos de vistas, mezclando información de actualidad con los de su vida personal, los usuarios copan la red generando espacios de comunicación e interacción, poniendo en jaque a los periodistas y empresas de medios que debieron optar por incluir la herramienta dentro la dinámica de la producción de noticias y afianzando la redefinición de los viejos medios de comunicación en masa en una función de interpretación y análisis de los acontecimientos dentro del formato del blog. Creando un así un espacio en que el que van despareciendo los filtros en la información, las mediaciones y las editoriales, aunque haya críticas por parte de los viejos medios que los “tildan de intrusos o aficionados sin credibilidad, igual que grandes firmas de software privativo tachaban de amateur a los desarrolladores de los software libre”[6]. Es que sin duda la figura del Blogger basa su ética e ideología en la misma que la de un hacker.
El Blogger se convierte en una expresión de libertad dentro de la red distribuida en la que conforma a sus usuarios en una suerte de “instituciones individuales” donde se redistribuye el poder de la información y se potencia el rol de ciudadanos, paralelamente generando ciberturbas, con toda la capacidad para unir voluntades, convocar y actuar. “Así, bajo la emergencia de las redes distribuidas se dibuja una perspectiva social y política: un mundo de fronteras difuminadas sin mediadores profesionalizados y necesarios…La Blogsfera adelanta características que lo serán de las nuevas formas de organización política pluriárquica”. [7]


Citas Bibliográficas
[1] RHEIGOLD, Howward: Multitudes Inteligentes. La próxima revolución social. Barcelona; Ed. Gedisa,2004- Cap 2
[2] Idem que el anterior
[3] Extraído de la referencia anterior.
[4] UGARTE, David: El poder de la redes. Manual ilustrado para personas, colectivo y empresas abocadas a la ciberactivismo.
[5] URRITIA, Juan: Lógicas, ontologías y disidencia en y de la blogsfera. Prólogo de “El poder de las redes”…
[6] Idem que la referencia 4
[7] Idem que el anterior

lunes, 19 de octubre de 2009

Tic en la escuela...¿para qué?

La escuela vive un contexto de interpelaciones profunda acerca de su rol a partir de las tecnologías de información y de la comunicación en un contexto inminente de cambio en el sistema educativo, provocando grandes debates en diversas dimensiones. e .

Durante siglos la escuela ha sido el espacio monopólico del conocimiento sostenido por la figura indiscutible del maestro transmisor del conocimiento y respaldado por la tecnología del libro, el pizarrón y la tiza.

La nuevas Tecnologías de la información y la comunicación trastocaron ese orden a partir de su irrupción, y hasta nuestros tiempo la escuela fue haciendo intentos de reacomodarse a las exigencias y demandas de la sociedad, aunque no con la misma velocidad de evolución; ya que mientras las TICs trasmutan y cambian vertiginosamente, la escuela se queda anclada en sus ensayos errores impidiendo la asimilación significativas y por ende una transformación del sistema educativo.

Claro ejemplo lo constituyen la televisión y sus contenidos, que sigue siendo un tema sin tratar dentro de la escuela, menos podemos esperar que la computadora, el teléfono celular y la Internet sea considerados y abordados desde una perspectivas educativa y critica que amplíe los horizontes de nuestros alumnos y ayuden la manejar la diversidad de lenguajes para potenciar la comunicación.

Consecuentemente la escuela sigue en un proceso de redefinición de rol, al igual que los docentes, padres y estado en general; atravesado por una notable brecha generacional sin precedentes y que exige abrir espacios de reflexión y de incorporación de las Tics a la dinámicas educativas con el fin de acortar la brecha digital y de accesibilidad que dividen a nuestros alumnos, dejando a muchos de ellos excluidos del sistema.

Dentro de este complejo contexto, como docentes, cabe abrirnos algunos interrogantes y posibilidades de la inserción de la TIC a nuestra tarea reflexionando en las diferentes funciones ideológicas que se esconden, en cada una de prácticas en las TIC se hacen presente. Además de servirnos de los errores cometidos, en los dichos de Salomon[1] evitar tres factores que se vinculan con el fracaso en la incorporación de las TIC: “la paradoja tecnológica”, es decir la asimilación de nuevas tecnologías como meros recursos evitando que las mismas transforme las prácticas educativas preexistentes; “el enfoque tecno céntrico” basado en las creencia que la mera incorporación de la TIC implica cambios cualitativos en las prácticas pedagógicas; y la “investigación equivocada”, referida a la clase de resultados estudiado que se esperan de la aplicación de los nuevos medios, basado en un enfoque errado que “consiste en observar y medir, rutinariamente resultados, desconociendo los diferentes medios, utilizados para llegar a los fines.

Fuera del curriculum y dentro de la institución también se toma a la TIC más bien como controlador y disciplinador que como una buena herramienta para la enseñanza, a lo que Litwin[2] agrega que su inclusión o no muchas veces se limita alternativamente, a constituirse en “el premio, el castigo o simplemente el entretenimiento de escaso valor”

No basta tener en cuenta lo antes dicho, sino más bien replanearnos el lugar de las TICs en la escuela a partir de resignificar su función apuntando a propiciar nuevas capacidades en los alumnos, sin descuidar los nuevos vínculos que se generan a partir de las TIC en el aula. Un ejemplo en los denominados Mindtools, que interpelan a los estudiantes en pos de convertirlas en “socias intelectuales”, en decir “cuando los estudiantes trabajan con esta tecnologías computacional, en vez de ser controlados por esta, ellos mejoran las capacidades, y la computadora mejora la reflexión y el aprendizaje de los estudiantes[3]. Para ello la intervención del docente deberá centrarse en enseñar con tecnologías, situándolas en un lugar donde sea útil, significativo e intelectualmente comprometedor para los alumnos dentro de un contexto de aprendizaje que parta de sus necesidades y desde allí hacer uso de las herramientas computacionales, como mindtools “para extender el funcionamiento cognitivo durante el aprendizaje”.[4]

Para llegar a este puerto es imprescindibles reformular políticas educativas profundas en todos los niveles educativos y de gestión tal vez comenzando por lo más débil del sistema educativo argentino: la capacitación docente y la formación del profesorado.



[1] SALOMON, Gavriel y Otros: Coparticipación en el Conocimiento: la ampliación de la inteligencia humanan con las tecnologías inteligentes. En Métodos y Técnicas para el Educador en las Areas del Curriculum: CL&E; 1992

[2] LITWIN, Edith: De caminos, puentes y atajo: el lugar de las tecnologías en la enseñanza.

[3] JONASSEN, D. H. Learning from, learning about, and learning whit computing…...(1996)

[4] Idem que el anterior