viernes, 27 de noviembre de 2009

Blogger: Revolucionarios en Red

“Actúa siempre de forma que se creen nuevas posibilidades”
Heinz Foerster[1]



Las redes y el trabajo colaborativo es un tendencia que en los últimos años va tomando protagonismo en diferentes ámbitos de la actividad humana, con el aporte de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación se han ido afianzando como un modus operandu de sus usuarios. Cada vez se toma más conciencia del valor agregado que implica trabajar en redes a partir de la colaboración individual para generar “capital social” y “bienes públicos”, en los que cada uno hace su aporte y del que también puede sacar provecho. Claro está que no siempre el aporte y el consumo es equilibrado, hay un grupo dentro de estas redes que usufructúan de los bienes públicos sin aportar nada, son los denominados “francotiradores”, quienes alterar la estabilidad y ponen en riesgo la existencia permanente de ese bien público. [1]
Es una historia que se repite en la dinámica social, en diferentes espacios del accionar humano. Rehinngold en su libro “Multitudes inteligentes”[2], se pregunta: ¿la cooperación es una característica exclusiva de la relación entre personas?, y encuentra una primera respuesta en los dichos del anarquista y geógrafo Peter Kropotkin, quien afirmó que la cooperación se observa con frecuencia en el reino animal, “ los caballos y los ciervos se unen para protegerse de sus enemigos, al igual que las abejas y las hormigas colaboran en diversos sentidos”, observando que en diferentes niveles, desde la célula al ecosistema tienen en común la existencia de la simbiosis y la cooperación.
Si nos retrotraemos y pensamos en nuestros antepasados que “descendieron de los árboles” ante la exigencia de saciar sus necesidades más elementales, debían organizar caserías de animales de gran porte por lo que era imprescindible la acción cooperativa, la carne obtenida bastaba y sobraba para los participantes por lo que la compartían con el resto de la comunidad, sin que éstos hayan arriesgado sus vida en la captura del animal. Por ello afirma Matt Ridley[3] que “la caza mayor fue el primer bien público”.
Con la evolución humana y las reiteradas experiencias sociales han ido apareciendo conductas y mecanismos que han complejizado el fenómeno y han aportado mayor conflicto a la actividad cooperativa, tales como la reputación, la presión social, los límites, la “sombra del futuro” (permiten hacer favores a otro individuos que le devolverá en el futuro), la jerarquía, las amenazas externas, la limpieza social, etc. En este proceso de relaciones colaborativas nace las redes. “La sociedad siempre ha sido una red”[4], aunque en la actualidad se les suma dos nuevos elementos: Internet, con su abrumadora manifestación en la construcción de una nueva esfera de relaciones sociales; y la aparición de literatura sobre redes que han llevado a ser aplicadas a distintos ámbitos y campos de la actividad humana.
Con la evolución de las relaciones humanas dentro de una sociedad en el que el impacto de las tecnologías han generado nuevos ámbitos y recrean constantemente la interacción con los otros y los modos de comunicación, podemos mencionar como ejemplo de esto a la blogsfera, que más allá de las intenciones de sus creadores se ha convertido en verdaderos hitos del trabajo colaborativo en red.
Bajo la marca de redes distribuida caracterizada por Paul Baran como una red donde la unión de nodos se presenta de múltiples manera, lo que la convierte en muy resistente frente a los ataques, conformando una arquitectura que se sustenta en la plurarquía, donde la blogsfera se presenta como su mayor exponente.[5]
En la fascinación por convertirse en productores-emisores de sus propios puntos de vistas, mezclando información de actualidad con los de su vida personal, los usuarios copan la red generando espacios de comunicación e interacción, poniendo en jaque a los periodistas y empresas de medios que debieron optar por incluir la herramienta dentro la dinámica de la producción de noticias y afianzando la redefinición de los viejos medios de comunicación en masa en una función de interpretación y análisis de los acontecimientos dentro del formato del blog. Creando un así un espacio en que el que van despareciendo los filtros en la información, las mediaciones y las editoriales, aunque haya críticas por parte de los viejos medios que los “tildan de intrusos o aficionados sin credibilidad, igual que grandes firmas de software privativo tachaban de amateur a los desarrolladores de los software libre”[6]. Es que sin duda la figura del Blogger basa su ética e ideología en la misma que la de un hacker.
El Blogger se convierte en una expresión de libertad dentro de la red distribuida en la que conforma a sus usuarios en una suerte de “instituciones individuales” donde se redistribuye el poder de la información y se potencia el rol de ciudadanos, paralelamente generando ciberturbas, con toda la capacidad para unir voluntades, convocar y actuar. “Así, bajo la emergencia de las redes distribuidas se dibuja una perspectiva social y política: un mundo de fronteras difuminadas sin mediadores profesionalizados y necesarios…La Blogsfera adelanta características que lo serán de las nuevas formas de organización política pluriárquica”. [7]


Citas Bibliográficas
[1] RHEIGOLD, Howward: Multitudes Inteligentes. La próxima revolución social. Barcelona; Ed. Gedisa,2004- Cap 2
[2] Idem que el anterior
[3] Extraído de la referencia anterior.
[4] UGARTE, David: El poder de la redes. Manual ilustrado para personas, colectivo y empresas abocadas a la ciberactivismo.
[5] URRITIA, Juan: Lógicas, ontologías y disidencia en y de la blogsfera. Prólogo de “El poder de las redes”…
[6] Idem que la referencia 4
[7] Idem que el anterior